Si alguna vez has oído hablar de los perros Pomerania, sabrás que su aspecto pequeño y peludo es absolutamente adorable. Pero, ¿sabías que estos perros no siempre fueron tan diminutos? De hecho, el Origen del Pomerania tiene una fascinante historia que los lleva de ser criaturas grandes y parecidas a los lobos a los queridos perros de juguete que conocemos hoy en día.
Origen del Pomerania
Los pomeranos descienden de la familia de perros Spitz, un grupo de cánidos que incluye el Samoyedo, el Alaskan Malamute y el Elkhound noruego. Estos perros son conocidos por su pelaje largo y espeso, sus orejas puntiagudas y sus colas tupidas. Los perros de tipo spitz se originaron en las regiones árticas del norte de Europa y Siberia y se utilizaban para cazar, apacentar y tirar de trineos.
La primera mención escrita de los pomeranos se remonta al siglo XVIII. Se cree que descendían del spitz alemán de mayor tamaño, y eran muy populares en la región de Pomerania, actual Alemania y Polonia. Al ser más pequeños que otras razas spitz, la nobleza de la zona solía tenerlos como mascotas.
El pomerano como mascota real
Fue en los siglos XVIII y XIX cuando el pomerano se hizo extremadamente popular como mascota de la realeza europea. Se dice que la reina Carlota, esposa del rey Jorge III de Inglaterra, era una gran admiradora de estos perros. Los introdujo en la corte inglesa y empezó una tendencia a tenerlos como mascotas entre la aristocracia.
En esta época, los pomeranos solían criarse con otras razas pequeñas de perros de juguete para crear perros con una constitución aún más pequeña y un pelaje más largo y sedoso. Los perros resultantes se dieron pronto en llamar “Pomerania de juguete” o “Pom”, y también se hicieron un hueco en los hogares de la gente corriente.
El Pomerania actual
Hoy en día, el Pomerania es una de las razas caninas más populares del mundo. Son conocidos por su carácter amistoso y protector, así como por su inteligencia y agilidad. También son perros bastante sociables y les gusta estar cerca de la gente, lo que les convierte en estupendas mascotas tanto para familias como para particulares.
Aunque tienen una historia larga y rica, los pomeranos requieren una cantidad moderada de cuidados. Necesitan un cepillado regular para mantener su pelaje ordenado y sin nudos, y su constitución pequeña y delicada puede hacerles propensos a sufrir diversos problemas de salud. También necesitan bastante ejercicio para mantenerse sanos y felices.